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lunes, 24 de febrero de 2014

LA IDIOTEZ Y EL ARREPENTIMIENTO...

                     

http://www.tlc.com/tv-shows/americas-worst-tattoos



   No creo mucho en el arrepentimiento. Pienso que si voy a hacer algo de lo que me voy a arrepentir, mejor no lo hago. Pero no puedo negar que una y otra vez  terminé en situaciones en las que hubiera preferido no estar. Trato de construir sobre lo que viví en vez de pretender que nunca pasó. Cada uno tiene que lidiar con su historia, no soy quién para decirles lo que tienen que hacer.
  Digamos que se hace lo que se puede, y obramos de acuerdo a nuestros estados momentáneos de conciencia, que no siempre son lineales y concatenados. Según Don Ouspensky, en el hombre que duerme o que se queda en el nivel 1 y 2 de los estados de desarrollo de conciencia al que el hombre puede acceder, una caterva de “Yos” conviven en él y se apoderan de su atención momentánea,  así que se puede decir que nosotros, los que dormimos y nos tatuamos, no tenemos  un yo lineal sino que estamos fragmentados en millones de "yos", hasta que nos redimimos y evolucionamos mediante la auto-observación y otras prácticas que Don Ouspensky pregonaba. Ahí accedemos a niveles superiores de conciencia. El tema es que no siempre estamos en control de lo que hacemos y terminamos enroscados en situaciones en las que  no podemos entender cómo llegamos ahí. Un tatoo puede quedarnos como souvenir de uno de estos momentos.
. Nunca me hice un tatoo estando en equilibrio mental y centrado, siempre fui como "raptado" por las sensaciones más diversas cuya única resolución era "tatuármelo", así que se puede decir que no me pude controlar y dejarlo pasar, me tenía que tatuar. Claro, siempre tratando de seguir un proceso creativo en el que el tatoo fuera punto cúlmine de ese proceso.   Entiendo que lo que hoy te gusta mañana ya no, no hay nada objetivo en el gusto, es más no podés entender cómo era que te gustaba eso, y para mí el tatoo es parte de esa dinámica, ya que es imposible que algo te interese de una manera estática o uniforme durante toda la vida. Los tatuajes son las cicatrices de ir a la guerra con tu propio psiquismo.

   Todo pasa, todo se transforma, pero el tatuaje no. Salvo que te lo tapes y sea reemplazado por otro más cool. Lo que me revienta del programa "America´s Worst Tatoo" es esa idea de que hay que tapar lo que a la vista de todos es un mal tatuaje, con tatuajes perfectos bien hechos y aburridos. Es como hacer de cuenta que ahí nunca pasó nada, y aspirar a la uniformidad y esterilidad del tatoo de plantilla que tantos llevan con motivos "Aceptables". Nada más horrible y falto de vitalidad para mí que eso; es como esos artistas que trabajan para vender en vez de seguir lo que realmente les interesa, algo así como pegarse una vuelta por ArteBA. Boring!!
   Una vez me crucé con un chico que tenía tatuado a Papá Pitufo en el cuello, y luego de un par de años de preguntas estúpidas y comentarios sobre ese tatuaje,  él decidió tapárselo con un zombie de una ilustración más tradicional y más "aceptable". Ahora en vez de preguntarle por Papa Pitufo le dicen: "Aguante guolkin ded!!" El pobre no pudo pagar el precio de su originalidad y autenticidad y decidió optar por la peor vía; erradicar a Papá Pitufo de su cuello.   ¿Quien tiene un Papa Pitufo en el cuello? ¿Alguna vez vieron algo tan magnífico y original?
 Tengo que decir que no estoy a favor de los "cover ups", ni de los tatuajes lindos y estériles. Si vas a hacer algo de lo que te vas arrepentir mejor no lo hagas, y si lo hiciste, nada más bello que llevar la cabeza en alto mostrando que aprendiste, porque ser impecable no es la perfección sino aprender de los errores y aceptarlos como parte de la vida, por más que al populi le parezca algo feo.